Blogia
Edmond Wells.

placeres

Y él. (10)



Ellas tienen todo lo que me falta a mí, pero él, no.
El es igualito que yo.

Ella. (9)



Ella tiene todo el atractivo que me falta a mí.

Ella. (8)



Ella tiene todo el ángel que me falta a mí.

Ella. (7)



Ella tiene todo el magnetismo que me falta a mí.

Ella. (6)



Ella tiene todo el embrujo que me falta a mí.

Ella. (6)



Ella tiene todo el embrujo que me falta a mí.

Ella. (4)



Ella tiene todo el erotismo que me falta a mí.

Ella. (3)



Ella tiene todo el estilo que me falta a mí.

Ella. (3)



Ella tiene todo el estilo que me falta a mí.

Ella. (3)



Ella tiene todo el estilo que me falta a mí.

No hay dos sin tres.

No hay dos sin tres. Muy pronto, la tercera.

Las dos Reinas de Blogia.







Inteligentes
Insinuantes,
Impertinentes
Intimidantes
Indiscutibles,
Inimitables,
Irrepetibles,
Inagotables.
Irreductiblemente Irresponsables
Irresistiblemente Insuperables,
Idealmente Irreales
Irrealmente Ideales.


Corónalas, Blogia.
Corónalas ahora mismo.

Desconstructing Lorena

Desconstructing Lorena Más de uno lo intenta.

apetitoso blog

apetitoso blog ¡Me encanta esa boca llena de galletas...!

good news

good news Chapeau!

divorcio

divorcio Es tan fácil divorciarse. De los amores que nos arrebataron, de las películas excesivamente vistas, de los libros gastados por la lectura, de las aficiones que nos abstrajeron, de los amigos demasiado utilizados. Nos divorciamos de casi todo para poder divorciarnos así de la monotonía de una vida hecha de rutinas y costumbres. Nos divorciamos de todo lo demás para no tener valor de tirarlo todo por la borda y divorciarnos de nosotros mismos.

junco

junco ¿Que quieres ser de mayor?
¿Junco o roble?
Llega el vendaval.
Zarandea el junco,
pero cuando se calma el viento,
el junco sigue en su sitio,
Pero el roble,
por hacerse el chulo,
Es arrancado de cuajo.
APRENDE A SER JUNCO.
Te vendrá muy bien su flexibilidad,
cuando caigan chuzos de punta.
Todos sabemos de sobra que al final,
el que resiste gana.
Pero resistir no es enfrentarse,
porque te las darán todas en el mismo sitio.
Resistir es aceptar que te lleven al retortero,
es resignarse a que te zarandeen,
pero sin renunciar a tus raíces,
sin perder la serenidad.
No hay que avergonzarse de ser débil.
En la aparente debilidad del junco
está su fortaleza.
Más vale ser tapón de corcho que Titanic.
El Titanic se hundió a la primera.
Pero el corcho, míralo,
las olas hacen con él lo que ellas quieren,
pero nunca conseguirán hundirlo.

dios

dios Si me dieran a elegir,
me quedaría con la otra vida.
La de mis fantasías,
La que respira sueños y no aire
La que se nutre de imaginación y no de sangre.
La que me hace sentirme como un dios omnipotente.
Cierro los ojos y creo otra vida,
más real de la que capto con mis cinco sentidos
y mucho más perfecta.
Sin sangre,
sin odio,
sin muertes.
Sólo con amor.

chupitos

chupitos La vida tiene tantos placeres,
que podemos coger una indigestión,
una borrachera, un colocón o un cólico miserere.
Ahí está el chupito para remediarlo.
Un chupito para el amor,
un chupito para el vicio,
un chupito para el ombligo
(o para tocarse el ombligo que es lo mismo)
Un chupito para la soledad,
un chupito para la compañía.
Un chupito para el llanto,
un chupito para la carcajada.
Un chupito para la radio,
un chupito para la tele,
un chupito para el cine.
Todo en chupitos.
Porque ya lo dijo Solón,
que era uno de los siete magníficos de Grecia.
De todo un poco, y de nada, demasiado.
Saca el chupito de la chupitera,
que hay mucho placer suelto por ahí.

rabanos

rabanos Hablemos con propiedad.
Cuando digo que algo me importa un rábano,
estoy afirmando que me interesa muchísimo.
Porque ahí, donde lo ves, el rábano es muy importante.
El rábano, que procede de la China, donde se cultivaba hace 3.000 años,
estimula los procesos digestivos
y ayuda a eliminar el exceso de líquidos en el cuerpo.
Su jugo es recomendado en el tratamiento de las afecciones urinarias.
Elimina las impurezas del organismo
y actúa como un excelente reconstituyente.
Además, estimulan la digestión y es bactericida,
por lo que se lo conoce también como la penicilina del huerto.
RECETA RABANERA:
Selecciona unos rábanos alargados, pártelos por la mitad.
En un plato pones mitad vinagre, y mitad de agua con limón y azúcar.
Macera los rábanos media horita en esta mezcla.
Añade un poco de sal gorda.
Y a saborearlos.
Más que un placer, es un vicio. Pero sano.
Porque a mí la salud, me importa un rábano.
O sea, muchísimo.