Blogia
Edmond Wells.

morir

morir Lo que echaré de menos cuando me muera, son esos momentos, contados momentos o a veces numerosos, de estar solo, a solas conmigo mismo, escuchando una música, deleitándome a mí mismo, gozando de la realidad de ser yo y solo yo y nadie más que yo. Lo que echaré de menos cuando me muera es esa conciencia de existir, de saborearme, ese sentirme paladar al beber una copa de vino, o pene al eyacular, o mirada al observar algo hermoso, esa forma de sentirme a mí mismo vivir, esa forma de poseerme y penetrarme, porque en el fondo eso es la vida, un orgasmo constante de mí mismo haciendo el amor conmigo mismo. Lo que echaré de menos cuando me vaya, no serán los besos que di y me dieron, no serán los amigos que disfruté y me disfrutaron, no será la gente que me llore o me recuerde, lo que realmente echaré de menos cuando no esté, es precisamente no estar, ni aquí, ni en otro lado, ni ahora, ni nunca, no tener ni siquiera una minúscula gota de yo en las manos, porque ya no existe yo, ni existen manos, ni existe nada. Eso es precisamente lo que echaré de menos. Lo único que me consuela de esta broma de mal gusto que es vivir para morir, es que en ese vacío absoluto donde no hay yo ni hay nada, por no tener, tampoco podré tener la insufrible sensación de echarme de menos.

0 comentarios