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Edmond Wells.

sexo animal

sexo animal La mantis religiosa, durante el acto sexual, sujeta al macho contra el tórax y comienza a devorarlo, empezando por los ojos. Continúa su banquete destruyendo un grupo de nervios situados debajo de la garganta, los cuales controlan la conducta sexual. En cuanto éstos desaparecen, también se esfuman todas las inhibiciones y el insecto sin cabeza se agita frenéticamente, empujando con el mayor desenfreno posible mientras vive y proporcionando así más placer a la hembra. Después del orgasmo, la hembra culmina su festín devorando el órgano sexual del macho.

La hembra del puercoespín suele estimularse sexualmente con un palo.

Los gansos forman vínculos homosexuales y cuando una hembra celosa interrumpe a la pareja, nace un ménage a trois.

El pene de la chinche Lygaeus equestris alcanza una longitud igual a las dos terceras partes de su cuerpo. Si esta relación se mantuviera en el hombre, el miembro viril mediría metro y medio.

El topo marsupial dedica 11 horas diarias a la actividad sexual.

El chimpancé tiene el record de rapidez en el acto sexual entre los mamíferos: Lo consuman en tan sólo 3 segundos. El ratón necesita 5 segundos.

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