Fantasía cotidiana.
Cada mañana, invariablemente,
mientras estoy en un trabajo que antes adoraba,
y que ahora lo veo como una forma de sobrevivir,
pienso en ella en multitud de ocasiones,
y me la imagino
haciendo exactamente lo que mismo que yo:
Yo pienso en ella pensando en mí.
Ella piensa en mí pensando en ella.
¡Pobre corazón loco de tanto imaginar mundos
en donde sólo existe la ternura...!
mientras estoy en un trabajo que antes adoraba,
y que ahora lo veo como una forma de sobrevivir,
pienso en ella en multitud de ocasiones,
y me la imagino
haciendo exactamente lo que mismo que yo:
Yo pienso en ella pensando en mí.
Ella piensa en mí pensando en ella.
¡Pobre corazón loco de tanto imaginar mundos
en donde sólo existe la ternura...!
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