aperitivo

El aperitivo del espíritu,
el que abre las ganas de vivir,
consta como cualquier otro aperitivo,
de una copa y una tapa.
La bebida de la vida es la pasión.
(Un buen trago de pasión,
que es el licor del corazón)
Tengo que enamorarse de lo que sea,
pero enamorarse de verdad,
porque lo que me salva
es el hecho de estar enamorado.
Es una regla de tres:
Cuanto más apasionado estoy, más vitalidad tengo.
La tapa es la gente guapa.
Cuando estoy inapetente con la vida,
nada mejor que un poco de buena compañía.
Con una copa de pasión
y una tapa de gente guapa
me como el mundo
porque no me como el coco.